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12 Abril 2018

Los nuevos paradigmas de la educación

La educación es una acción humana sujeta, como la humanidad misma, a una constante evolución. Ante el surgimiento de nuevas formas de vivir y de interactuar con el entorno, las personas de hoy están abocadas a formarse de manera distinta a como se formaban sus padres.

La educación está en todo

Según ha indicado la Sailburu Artolazabal, los tres observatorios “son antenas para evaluar tanto las necesidades como la evolución de las acciones propuestas en materia de políticas sociales”. 

También se ha ido encontrando la necesidad de generar espacios educativos en todos los contextos, no solo para aprender a usar una máquina nueva, como sucedería en la Revolución Industrial. A tal punto se ha visto esta necesidad que los encargados de la gestión humana de las empresas tienen ya en sus planes operacionales, procesos de formación continua para sus colaboradores.

Es cierto, la educación está en todo, no solo en las aulas. La educación es requerida en el día a día de las calles. Pero la educación ya no es lineal, como una especie de producción en masa. Es un proceso que busca desde el sentido y la motivación del individuo, lograr que este asimile un conocimiento cognitivo, procedimental y actitudinal.

De este modo, por ejemplo, el vendedor no solo debe “vender por vender”, debe lograr identificar necesidades, captar al cliente, lograr un buen servicio posventa, tener actitudes que convenzan a los compradores con respecto a su producto con los argumentos adecuados, etc. ¿Existe alguien ya formado con estas actitudes? Ciertamente no.

Pero lo que sí es cierto, es que existen disposiciones internas, llamadas aptitudes, que al formarse adecuadamente se potencializan. Así como el ejemplo del vendedor, podemos tomar diversas actividades hoy en día que requieren que las personas no solo “hagan las cosas” sino que adicionalmente sepan el “por qué hacen lo que hacen”, ya que cuando una persona conoce de fondo el sentido de sus acciones puede mejorarlas, optimizarlas e innovarlas. A la larga esto resulta más beneficioso para las instituciones.

Los contextos actuales

Como la educación está en todo, así mismo debemos pensar en distintos modelos o formas de educación, ya que los contextos son distintos. Veamos cómo estos distintos contextos han llevado a nuevas formas de educar.

Lo resumimos como el contexto económico, social, político, cultural, histórico, etc. pero cada uno de estos grandes subsistemas, carga una gran variedad de elementos y matices, aunque todos se hacen presentes en nuestra vida cotidiana y en ella de manera particular en el proceso educativo de cada persona en la concreción de la interacción enseñanza-aprendizaje. De ahí que hablamos de contextualizar el currículum, la metodología de cada disciplina, las relaciones humanas. Es decir, conocer y aprovechar el espacio-tiempo histórico en el que nos movemos en nuestro proceso educativo, de construcción, desarrollo y autoafirmación como personas históricas, sujetos y objetos de la historia.

Los contextos varían en ocasiones de manera muy radical generando una secuencia que nos permite introducirnos en él para conocer, reflexionar, valorar y sobre todo aprender, dado que el ser humano está determinado precisamente para aprender a lo largo de toda la vida. Nuestra historia reciente es la suma de contextos muy diferentes, cada uno con sus características, sus secuelas, sus lecciones aprendidas y su sedimentación histórico cultural, conformando lo que podríamos denominar, con Giroux, la política cultural o el Volkgeist, el espíritu del pueblo de Savigny.

En esta coyuntura de dependencia e innovación, de alienación y autoafirmación, de repetición y de creación, ha hecho su historia nuestra educación. Desde ella se nos abre la oportunidad de aprovechar nuestro contexto actual de forma que este impacte muy positivamente en nuestro sistema educativo.